- Editorial:
- MAR EDITOR
- Año de edición:
- 2024
- Materia
- Libros - juvenil y fantasía
- ISBN:
- 978-84-17433-79-6
- Páginas:
- 190
- Encuadernación:
- Rústica
LA ÚLTIMA NOCHE CON EDU
PÉREZ BALSA, ENRIQUE
Nunca te fíes de un periodista del corazón. Una noche de amigos, en la que las copas fluyen desorbitadas, unas chicas que se muestran receptivas Todo es diversión hasta que la fiesta se convierte en una odisea degenerativa donde nuestro protagonista se ve envuelto en una trama de extorsión y proxenetismo. Las drogas de sumisión química cambiarán su vida. Ramos, el antihéroe de esta novela, es un adicto a numerosos vicios: bebida, tabaco, comida basura y su principal droga: el dinero....
Nunca te fíes de un periodista del corazón. Una noche de amigos, en la que las copas fluyen desorbitadas, unas chicas que se muestran receptivas
Todo es diversión hasta que la fiesta se convierte en una odisea degenerativa donde nuestro protagonista se ve envuelto en una trama de extorsión y proxenetismo. Las drogas de sumisión química cambiarán su vida. Ramos, el antihéroe de esta novela, es un adicto a numerosos vicios: bebida, tabaco, comida basura
y su principal droga: el dinero. No habrá suciedad que no cometa por buen un cheque, ni mujer a la que no proponga acciones repugnantes.
Se siente feliz con su cotidianeidad de periodista alcohólico que vive de publicar los trapos sucios de los famosos en revistas de prensa amarilla. La soledad es su mejor aliada, o eso piensa él. La realidad es que bajo los efectos del alcohol, se transforma en diversos personajes convirtiéndole en un tornado de destrucción que, sin ser consciente, arrastra a quien le rodea. Esa inconsciencia le lleva a situaciones límite donde la cruda realidad le golpea sin clemencia y donde él se defiende amparado en la euforia que le produce la bebida. Retrato de una sociedad sin valores, donde el interés personal y el placer rápido priman y se convierten en disolventes de la sociedad; en la que los personajes más sórdidos son admirados. Si alguien pensaba que el realismo sucio estaba muerto, que abra estas páginas. El cóctel está servido: dos cuartos de Bukoswki, una medida de Chester Himes, unas gotas de Martin Amis y Carver, más el golpe en seco de humor negro que caracteriza al autor. Saboree esta obra con precaución, es adictiva.