DESPERTA FERRO CONTEMPORANEA #58. SOL NACIENTE
-5%

DESPERTA FERRO CONTEMPORANEA #58. SOL NACIENTE

LA EXPANSION JAPONESA EN EL SUDESTE ASIATICO 1941

 

Apenas unas pocas horas después que la estación radiofónica militar de Oahu avisara del ataque a la base estadounidense de Pearl Harbor, el eco respondió en el lejano sudeste asiático. En realidad, esto no era más que una maniobra secundaria, un intento de aniquilar a la Flota del Pacífico para que no se interpusiera entre el Imperio nipón y su verdadero objetivo: las ingentes materias primas del Sudeste Asiático.

7,50 €
7,13 €
Precio Especial Web
IVA incluido
Editorial:
DESPERTA FERRO EDICIONES
Año de edición:
2023
Materia
Libros - revistas
Otras materias
DESPERTA FERRO
Páginas:
68
Encuadernación:
Grapado
En stock
7,50 €
7,13 €
Precio Especial Web
IVA incluido
Click & collect
Añadir a favoritos

Apenas unas pocas horas después que la estación radiofónica militar de Oahu avisara del ataque a la base estadounidense de Pearl Harbor, el eco respondió en el lejano sudeste asiático. En realidad, esto no era más que una maniobra secundaria, un intento de aniquilar a la Flota del Pacífico para que no se interpusiera entre el Imperio nipón y su verdadero objetivo: las ingentes materias primas del Sudeste Asiático.

Durante las trepidantes semanas que siguieron, el kraken japonés extendió sus tentáculos y fue tomando, una tras otra, las colonias holandesas. Los campos petrolíferos de Borneo y de Sumatra, el níquel de Celebes y el caucho de Java fueron cayendo en manos de los invasores. La campaña, que fue un éxito rotundo de los atacantes, terminó tras solo tres
meses de combates, con la rendición de Java. Atrás quedaban el valiente ataque estadounidense en Balikpapan, el asalto aerotransportado japonés a
los campos petrolíferos de Palembang, el brutal bombardeo de Darwin, la batalla del mar de Java y los combates en las selvas de Borneo.

Lastrados por un cuartel general único, el ABDACOM, en el que intervinieron cuatro países, tres sistemas de mando y control y dos idiomas distintos, los aliados lucharon con valentía contra sus enemigos y contra
las circunstancias, pero fueron derrotados por el plan meticulosamente elaborado por la Marina y el Ejército del Imperio del sol naciente. Habían sido meses de trabajos y discusiones entre los dos servicios que conformaban el Cuartel General Imperial, pero el resultado final fue una victoria rotunda. La Segunda Guerra Mundial en el Pacífico podía continuar.