DESPERTA FERRO #51. PIRRO (II). EL OCASO DE UN AVENTURERO
El rey Pirro se creía, a la vez, un nuevo Aquiles y un nuevo Alejandro Magno, y ha llegado a nosotros como ejemplo de ambición desmesurada, una ambición que los éxitos no acababan de saciar jamás, suscitando, por el contrario, nuevas esperanzas. Si en el primer volumen que dedicamos a su persona (véase Desperta Ferro Antigua y Medieval n.º 43: Pirro (I) Un rey contra Roma) abarcábamos la horquilla de tiempo que dista desde su nacimiento hasta el fin de su primera campaña en Italia, en e...
El rey Pirro se creía, a la vez, un nuevo Aquiles y un nuevo Alejandro Magno, y ha llegado a nosotros como ejemplo de ambición desmesurada, una ambición que los éxitos no acababan de saciar jamás, suscitando, por el contrario, nuevas esperanzas. Si en el primer volumen que dedicamos a su persona (véase Desperta Ferro Antigua y Medieval n.º 43: Pirro (I) Un rey contra Roma) abarcábamos la horquilla de tiempo que dista desde su nacimiento hasta el fin de su primera campaña en Italia, en este segundo número tratamos los sucesos que distan desde ese momento hasta su muerte. Tomamos, pues, el testigo en el momento en el que el epirota embarca a sus tropas en dirección a Sicilia, en la ambición de coronarse rey de la isla por medio de las alianzas pero, sobre todo, por medio de las armas. Pero no acaban ahí las peripecias de nuestro rey, que poco después se aventura a una segunda invasión de Italia, y varias más en Grecia continental. Oiremos así hablar de batallas con los cartagineses y asedios durísimos (Lilibeo), enfrentamientos con piratas (mamertinos), batallas campales frente a las legiones romanas (Benevento), e incluso un asedio de la ciudad de Esparta donde se enfrenta a la valiente defensa que ofrecen sus mujeres y niños. Sin embargo, tras tanto guerrear y derramamiento de sangre, el legado de Pirro parece insustancial. Y es que, a decir de Plutarco, era un jugador de dados que, pese a sus buenas tiradas, era, sin embargo, incapaz de sacar partido a sus jugadas (Pirro XXVI.2). Un aventurero que, tarde o temprano, alcanzaría su ocaso.
N.º 51: Pirro (II). El ocaso de un aventurero:
- La Sicilia de Agatocles a Pirro por Sandra Péré-Noguès (Université Toulouse II) - Pirro en Sicilia por Giovanna De Sensi Sestito (Università della Calabria) - Arquitectura militar en la Sicilia helenística por Rosalba Panvini (Università di Catania) - La diplomacia y Pirro por Enrique García Riaza (Universitat de les Illes Balears) - La campaña de Italia y la batalla de Benevento por Michael J. Taylor (University at Albany) - Pirro el rey de Macedonia por Adolfo Domínguez Monedero (UAM) - Las campañas del Peloponeso y Argos por Nick Sekunda (Gdansk University) - Y además, introduciendo el nº 52: Almanzor en Compostela por Cristina de la Puente (CSIC)
Vista previa: DESPERTA FERRO #51. PIRRO (II). EL OCASO DE UN AVENTURERO
Stock en tiendas
Málaga TilosDisponible en 1 semana si reservas
Málaga SohoEn stock
AlmacénDisponible en 1 semana si reservas
GranadaDisponible en 1 semana si reservas
FuengirolaDisponible en 1 semana si reservas
Freak Point MálagaDisponible en 1 semana si reservas
Freak Point SevillaDisponible en 1 semana si reservas
https://comicstores.es/libro/desperta-ferro-51-pirro-ii-el-ocaso-de-un-aventurero_198790198790DESPERTA FERRO #51. PIRRO (II). EL OCASO DE UN AVENTUREROEl rey Pirro se creía, a la vez, un nuevo Aquiles y un nuevo Alejandro Magno, y ha llegado a nosotros como ejemplo de ambición desmesurada, una ambición que los éxitos no acababan de saciar jamás, suscitando, por el contrario, nuevas esperanzas. Si en el primer volumen que dedicamos a su persona (véase Desperta Ferro Antigua y Medieval n.º 43: Pirro (I) Un rey contra Roma) abarcábamos la horquilla de tiempo que dista desde su nacimiento hasta el fin de su primera campaña en Italia, en este segundo número tratamos los sucesos que distan desde ese momento hasta su muerte. Tomamos, pues, el testigo en el momento en el que el epirota embarca a sus tropas en dirección a Sicilia, en la ambición de coronarse rey de la isla por medio de las alianzas pero, sobre todo, por medio de las armas. Pero no acaban ahí las peripecias de nuestro rey, que poco después se aventura a una segunda invasión de Italia, y varias más en Grecia continental. Oiremos así hablar de batallas con los cartagineses y asedios durísimos (Lilibeo), enfrentamientos con piratas (mamertinos), batallas campales frente a las legiones romanas (Benevento), e incluso un asedio de la ciudad de Esparta donde se enfrenta a la valiente defensa que ofrecen sus mujeres y niños. Sin embargo, tras tanto guerrear y derramamiento de sangre, el legado de Pirro parece insustancial. Y es que, a decir de Plutarco, era un jugador de dados que, pese a sus buenas tiradas, era, sin embargo, incapaz de sacar partido a sus jugadas (Pirro XXVI.2). Un aventurero que, tarde o temprano, alcanzaría su ocaso.
N.º 51: Pirro (II). El ocaso de un aventurero:
- La Sicilia de Agatocles a Pirro por Sandra Péré-Noguès (Université Toulouse II) - Pirro en Sicilia por Giovanna De Sensi Sestito (Università della Calabria) - Arquitectura militar en la Sicilia helenística por Rosalba Panvini (Università di Catania) - La diplomacia y Pirro por Enrique García Riaza (Universitat de les Illes Balears) - La campaña de Italia y la batalla de Benevento por Michael J. Taylor (University at Albany) - Pirro el rey de Macedonia por Adolfo Domínguez Monedero (UAM) - Las campañas del Peloponeso y Argos por Nick Sekunda (Gdansk University) - Y además, introduciendo el nº 52: Almanzor en Compostela por Cristina de la Puente (CSIC)