EL CAMINO DEL ALQUIMISTA
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EL CAMINO DEL ALQUIMISTA

SERGIO WILLAND

Las leyes de la alquimia han de ser aceptadas y firmadas con la sangre de todo aquel artífice que se comprometa a aprender la manipulación de los elementos, llegue a conseguirlo o no. Una vez firmadas no cabe renuncia posible, por lo que la sangre empleada en su aceptación creará un vínculo que solamente morirá con el cuerpo de su artífice. Ley primera: La alquimia es alto secreto, por lo que se mantendrá oculta siempre y cuando dicha ley no contradiga la ley segunda. Ley segunda: La alq...

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Editorial:
ATLANTIS
Año de edición:
2016
Materia
Libros - juvenil y fantasía
ISBN:
978-84-944960-1-1
Páginas:
407
Encuadernación:
Rústica
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Las leyes de la alquimia han de ser aceptadas y firmadas con la sangre de todo aquel artífice que se comprometa a aprender la manipulación de los elementos, llegue a conseguirlo o no. Una vez firmadas no cabe renuncia posible, por lo que la sangre empleada en su aceptación creará un vínculo que solamente morirá con el cuerpo de su artífice. Ley primera: La alquimia es alto secreto, por lo que se mantendrá oculta siempre y cuando dicha ley no contradiga la ley segunda. Ley segunda: La alquimia se empleará para el bien de las personas, quedando tajantemente prohibido su uso para la manipulación, castigo o muerte de ningún ser humano, siempre y cuando no se contradiga la ley tercera. Ley tercera: se permite el uso directo de la alquimia sobre seres humanos con rango de alquimista, que de alguna forma sean merecedores del castigo dictaminado por la cúpula del triángulo, o del órgano que sustituya a esta con el paso de los años. Así pues, también se permite el uso indirecto sobre las personas que a juicio del artífice, pudieran ocasionar un daño inminente sobre otras personas, animales o cosas. Ley cuarta: un alquimista ha de lucir en todo momento los distintivos que permitan su identificación por otros artífices o por cualquiera que conozca el código de las tres fuentes, para, en su caso, ser identificado y responsabilizado de sus actos ante la cúpula del triángulo u órgano que la sustituya con el paso de los años. Ley quinta: el uso indebido de la manipulación de los elementos por parte de un artífice debe ser castigada en primera instancia por el maestro instructor del mismo, y de forma solidaria por la cúpula del triángulo u órgano que la sustituya con el paso de los años.