POST YORK

Un relato admonitorio de terror medioambiental y supervivencia.

Los casquetes polares se han derretido…

Crosby, un joven solitario que se mantiene independiente en mitad de una comunidad de jóvenes supervivientes que han perdido toda esperanza, se esfuerza por salir adelante día tras día en una ciudad de Nueva York sumergida mientras la depravada elite prospera por encima del agua.

Ahora, tras un encuentro con una mujer misteriosa y con una ballena azul atrapada, su precaria existencia se va a ver sometida a nuevos retos. ¿Serán los unos la salvación de los otros… o su perdición?

Post York es un relato admonitorio de terror medioambiental y supervivencia en el que se muestran los extremos a los que puede llegar el ser humano.

También se trata de una colaboración entre padre e hijo: Crosby, el hijo del autor, es la musa y el protagonista de la historia, además del compositor de una canción rap que acompaña al texto, lo que lleva el relato a un nuevo medio.

Esta extensión de la novela gráfica del nominado a los Eisner contiene material adicional, incluidos un epílogo, una sección a todo color y un informe sobre el cambio climático.

«El maravilloso trazo de James Romberger dibuja en Post York el profundo drama humano sobre un lienzo épico. Muy recomendable». // Jeff Lemire

«El Post York de James Romberger contiene tres pesadillas aluviales que hablan de los pequeños cambios que va a poder hacer la ciudad de Nueva York a la que nos encaminamos a toda prisa y convierte el cambio climático en algo angustiosamente real. Me alegro de que un gran dibujante haya decidido hablar del tema con seriedad». // Samuel R. Delany

«James Romberger […] llevando el cómic de terror a su punto más álgido». // The New York Times

«El dibujo de Romberger es una magnífica versión del realismo; sus figuras son tan naturales que casi ves cómo se mueven sus articulaciones». // Entertainment Weekly

«Post York es una maravilla a varios niveles, si bien no debería resultarnos extraño ver arte secuencial tan preciso y empático a un tiempo. Aunque tampoco deberíamos estar viendo este mundo en llamas y sumergido… y es justo lo que hay.». // Ales Kot